Francia abre Río Sena de nuevo a los bañistas
Luego de permanecer en la contaminación durante años, desde 1923 el río Sena reabre sus puertas al público para

Luego de permanecer en la contaminación durante años, desde 1923 el río Sena reabre sus puertas al público para ofrecer un espacio de sano ocio, limpio para los bañistas y turistas extranjeros, invitando a la responsabilidad del cuidado del cuerpo de agua.
Casi un año después de que lo hicieran los atletas olímpicos, los primeros bañistas se sumergieron este sábado en las aguas del Sena en pleno centro de París, que autorizó el baño en el río por primera vez desde 1923.
Cerca de la torre Eiffel o frente a la isla de San Luis, no lejos de la catedral de Notre-Dame, residentes locales y turistas podrán hacer uso gratuito de estas instalaciones acotadas, que ofrecerán un espacio de ocio y refresco en París.
Prometido como un legado de los Juegos Olímpicos, el poder bañarse en el Sena responde también a una necesidad de adaptación al cambio climático en la capital francesa, que esta semana rozó los 40°C por una temprana ola de calor en Europa.
Las autoridades invirtieron más de 1.400 millones de euros (1.650 millones de dólares) para mejorar la calidad del agua río arriba, con obras de captación de aguas residuales para evitar que desemboquen en él.
Pero como las aguas pluviales y las residuales se mezclan, la única solución en caso de abundantes precipitaciones es vertir todas ellas en el Sena. Esto ya ocurrió hace un año durante los Juegos Olímpicos, lo que provocó retrasos en algunas pruebas programadas en el río porque el agua no era apta para el baño.
La ciudad, el primer puerto fluvial europeo para el transporte de pasajeros, también reforzará los controles sobre los conductores de embarcaciones.
Para el próximo año, la continuación de los trabajos de descontaminación del río hace prever la instalación de nuevas zonas de baño en las afueras de la capital.
Por ahora, hay otros cuatro sitios ya habilitados en el río Marne, el principal afluente del Sena.